domingo, 8 de febrero de 2009

La parternidad


Según la Wikipedia, la paternidad, y cito textualmente, es tanto un concepto biológico como un concepto jurídico. Desde un punto de vista biológico, la paternidad es la relación que existe entre un padre (entendiendo por tal al progenitor masculino) y sus hijos. Normalmente nos referimos en este concepto a hijos biológicos. En este ámbito, el concepto paternidad se utiliza también de forma extensiva en el reino animal.

Desde un punto de vista jurídico, aplicable únicamente a las personas, la paternidad no es sinónimo de filiación, pues la filiación es de forma descendente y la paternidad es de forma horizontal (y en algunas ocasiones sólo de la paterna o por parte de padre). La paternidad lleva aparejada la patria potestad y puede ser tanto natural como jurídica (adopción). La Real Academia Española lo define como "cualidad de padre" a secas.

Para animaros un poco, os dejamos un relato que vimos en internet (no recordamos la fuente) sobre la parternidad y que comienza asi:

Acabo de ser padre y estoy acongojado:
Porque ser padre primerizo es como vivir dentro de una película de terror...
Hay muñecos inquietantes por toda la casa, oyes ruidos extraños y no puedes dormir tranquilo porque sabes que en cualquier momento te van a dar un susto.
Y no sólo pasas miedo en casa ¿eh? En el coche también vas en tensión. Estás todo el rato mirando hacia atrás, para ver si el niño sigue ahí. ¿Pero cómo se va a escapar? ¡Si va más atado que Hannibal Lecter!
Ser padre primerizo es como vivir en Psicosis: Necesitas a tu madre más que Norman Bates y las peores escenas son en la bañera. Porque, claro, tú ves a tu mujer bañando al niño tan tranquila, como si fregara una ensaladera..., hasta que un día dice:
-Venga, hoy lo bañas tú.
-¿yo? ¿pero sabe nadar?
-Venga, padrazo, que te va a encantar...
Y tú miras al niño y piensas: "Este niño no está sucio". Así que lo metes en el agua y lo sacas, como si mojaras un donuts.
-Ya.
Y ella:
-¿Y el champú?
-¿champú? ¡Pero si es calvo!
Y te lo vuelve a encasquetar:
-¡Venga báñalo...! ¡PERO CON MÁS GRACIA, HIJO!
¡Ni que fuera tan fácil! ¡El jodío se mueve más rápido que Jackie Chan! Y ella:
-¡Cuidado con la cabecita, que todavía no la tiene cerrada!
- ... ¿Y por qué no se la has cerrado antes de dármelo?
Yo creo que los niños deberían nacer con un asa en la espalda; así, para bañarlo, lo cogerías tranquilamente y lo pondrías debajo del grifo.
Pensándolo bien, ser padre novato es peor que Psicosis, porque Norman Bates tenía una madre, pero es que tú tienes dos; tu madre y tu suegra. Una dice:
-Los pies es mejor que los lleve al aire.
Y la otra:
-Los constipados se cogen por los pies.
Y, claro, no hay quien se aclare.
Un día está llorando el niño, voy a cogerlo y me dice mi mujer:
-¡No lo cojas...! ¡Que dice mi madre que se acostumbra!
Y tú:
-Pues la mía dice que, si llora mucho, se puede herniar...
-Tu madre sí que se hernió criándote a ti, que estás más mimado que Borja Thyssen...
Cuando tienes un hijo, te pasa también como en estas películas de extraterrestres, en las que los marcianos te abducen y te controlan la mente. Porque uno se pone frente a un niño, el niño te mira, automáticamente, quedas abducido y pasas a hablar el idioma del niño:
-Cuchicuchicuchiiii....
¡Y el niño te comprende!
-A-jo,a-jo.
Es terrorífico. Todo el mundo queda abducido cuando habla con un bebé:
"mira, el guau guau", "Burrum, burrum", "Cucu, ¡tras!"...
Yo creo que nos poseen, porque tú ves un bebe con la barriga al aire y pierdes el control:
-¡Prrrrrrrrrzzzzzz!
¡Hay que ver cómo les hablamos a los niños...!El ring rign, el rumm rumm, el miau miau... Y luego le echamos la culpa a la ESO de que los jóvenes se expresen mal.
Pero lo verdaderamente horripilante de tener un bebé es cuando tu mujer te dice:
Esta tarde te vas a quedar solo con el niño. Suena como si dijera: "Esta tarde tienes que operar a Montserrat Caballé de las cuerdas vocales"
-Chico, si es muy fácil, sólo tienes que darle el biberón y cambiarle cuando se haga caca...
Lo del biberón lo llevo bien. Yo se lo enchufo... el tío deja la boca floja, y se le sale todo. Se lo vuelvo a enchufar, se me queda mirando como Jesús Quintero... y lo vuelve a echar. Pero no puede conmigo. Yo no paro hasta que consigo que toda la leche del biberón... pase al babero. Eso sí, luego, a mi mujer le digo:
Mira, todo. Se lo ha tomado con un ansia... que yo creo que se tomaría otro, pero dáselo tú ¿eh?
Lo que llevo mal es lo de la caca. Abrir un pañal da un miedo que el que se caga eres tú. Porque ella te dice:
- Si llora, cámbiale y mira a ver si la caca es buena.
¿Cómo lo haces? ¿la pruebas? Pues, a veces, casi. Porque tú lo estás cambiando, que va cagado hasta arriba, y de repente le entra hipo... Y dices "¿Qué es primero, el hipo o la caca?"
Tú piensas: "La caca es primero" Le levantas así las piernecitas, para sacar el pañal, en ésas hace "hip!", se te suelta una pierna, la mete en el pastelón, y te salpica en todo el ojo. ¡Vamos , que para cambiarle me he comprado unas gafas de soldador!
Yo a estas alturas, soy todo un experto en cacas: en todas sus consistencias y colores:
Marron caca clásico: todo va bien.
Marrón oscuro en bolitas, estilo cabra: hay que darle zumito de naranja.
Verde pistacho: está echando un diente.
Amarillo líquido: hay que ir al pediatra, que se deshidrata...
Pero lo peor es la caca fantasma, que es cuando el niño huele
mal, le quitas el pañal y no hay nada. Y así pasa que, cuando vuelve a oler mal, dices:"A mí no me la das"; sin quitarle el pañal metes el dedo y....¡te la da!
Pero, además de todo esto, el bebé tiene un arma secreta: los lloros. Y los tiene de todos los tipos:
Está el "Te doy tiempo a venir antes de montarla" que es así: -Eheh, eheh, eheh, eheh, eheh, ¡Eeeggg!
El llanto "Alarma de coche": -Güe-é,güe-e, güe-é, güe-é, güe-é...
Y luego está el de "Voy a acabar con tus nervios" - Güi, güec...güi güec,...., güec...güi, gïec...güi...!
Y todo el mundo cree saber por qué lloran :"Eso es que tiene hambre, "Eso es que tiene sueño" "No no... Eso es que tiene gases y no los sabe echar" ¿Qué no los sabe echar? Te dan ganas de agarrarlo y hacerle en la barriga "przzz" y deshincharlo como una pelota de playa. Pero no lo haces. Lo que haces es cogerlo en brazos y decirle muy clarito:
-Cuchi, cuchi, cuchi...¿qué pasa? Przzzz,Prszzzzzz

Y es que los niños son lo mejor del mundo.