viernes, 16 de noviembre de 2012

Un soplo de aire fresco


El aire huele a espera,
a tarde limpia y fría,
a soledad del viento,
a transparencia herida.

Las nubes, libres, vuelan,
la luz se hace caricia,
mientras el tiempo lento
en horas se eterniza.

Nadie sabe hacia dónde
lleva esa curva esquiva,
caprichoso el camino,
inciertamente gira.

Como esta duda abierta
que arrastro noche y día,
senderos de mis sueños
que no sé a dónde arriban.

Pocos conocen tus días
de sufrimiento y dolor
buscas una mano amiga,
mirando buscas su voz.

Quizás hoy ella te diga:
el tiempo difícil pasó.
soplo de aire fresco
liberando un alma que vuela.

Entonces tus pasos valientes
dibujarán nuevas sendas
leerás tu página siguiente
serás una niña que juega.