domingo, 10 de julio de 2011

Dile que la espero aquí





Luna, que con tu luz iluminas todo
desde las profundidades del cielo
y vagas por la superficie de la tierra
bañando con tu mirada el hogar de los hombres.
¡Luna, detente un momento
y dime dónde se encuentra mi amor!
Dile, luna plateada,
que es mi brazo quien la estrecha,
para que se acuerde de mí
al menos un instante.
¡Búscala por el vasto mundo
y dile, dile que la espero aquí!
Y si soy yo con quien su alma sueña
que este pensamiento la despierte.
¡Luna, no te vayas, no te vayas!


(Song to the moon, Ópera Rusalka de Anton Dvorak)