domingo, 28 de febrero de 2010

Mariposa plateada


Asomada a mi ventana
ya reinando la noche
el viento quedaba atrás
y la luna aparecia
de pronto de la nada salía
una triste mariposa que gemía,
con sus alas plateadas bajo la luna
se acercó a mi hombro,
y así me decía:
no llores alma,
no apenes más tu corazón,
que ella te espera
y un mensaje me mandó,
sabía que triste estabas
y que no tenías razón,
porque un gran amor te aguarda,
y te lo conserva sin dolor.
Y sin más esta linda mariposa,
con sus alas plateadas,
se acercó a mi mejilla,
y un beso me ofreció,
gracias luz de luna,
gracias por traerme mi amor,
vuela a ella y dile,
que mi corazón tiritó
y que en mi alma ya no hay dolor...

Autora: Mary-Carmen Miguel